Adonde han quedado los tiempos donde los vehículos tenían identidad, donde un Citroën era muy diferente un Ford, o que un vehículo italiano uno lo podía distinguir rápidamente, ya se que parece un típico comentario de viejo “las cosas de antes eran mejores” en parte podría ser verdad ya que tengo mis años en cima y em parte también debido a la influencia cada ves mayor del márquetin aplicado a los análisis de mercado previo siquiera a ponerse a diseñar los vehículos (cada vez son más comités multidisciplinarios que toman las decisiones y aprueban los diseños), también en parte debido a que cada día en mayor medida las empresas automotrices son parte de conglomerados empresariales que cobijan bajo su paraguas varias marcas, en muchos casos disimiles, la aplicación de plataformas globales que definidamente bajan costos de producción, pero al mismo tiempo condicionan la libertad de creación de los ingenieros y diseñadores de carrocerías ya que los vehículos deben compartir muchas piezas, sumado a que muchas veces cuanto mas grande es la empresa mas conservadora y su aversión al riesgo aumenta exponencialmente.
EL COCTEL PERFECTO PARA EL DESASTRE
Lo que sumado finalmente a la aplicación de programas de computación los cuales al mismo tiempo que reducen costos y tiempos de desarrollo tienen como consecuencia negativa la progresiva pérdida de la “Impronta del diseñador” todo este coctel esta provocando con los años la perdida progresiva de la identidad de las marcas, con el advenimiento de los vehículos eléctricas, que es un cambio necesario y con los últimos avances técnicos en las baterías de estado sólido, pareciera cada día mas un cambio o camino inevitable para todas las marcas.
La consecuencia de todo lo anterior lo tenemos cuando es cada vez más difícil identificar fácilmente los vehículos ya que cada día se parecen más. La prueba más simple y rápida es simplemente salir a la calle acompañado de algún amigo, novia o cualquier persona que no sea fanático de los autos, y le preguntemos que a cierta distancia nos identifique rápidamente cualquier auto que pase delante de nosotros, en la gran mayoría de los casos o no tendrá idea o lo mas probable que se equivoque. Pero el parecido no termina solamente en lo estético, el comportamiento dinámico de los vehículos también se ve afectado, con el advenimiento de los autos eléctricas, donde la tendencia es que las baterías ocupen gran parte del piso y especialmente la parte central de los vehículos, sumados a ellos que técnicamente no es difícil ni costoso dotarlos de tracción en las 4 ruedas, lo que los hace vehículos muy estables en la mayor de los casos de conducción dinámica sumamente neutros, de fácil manejo (lo cual es bueno pata la seguridad de la conducción) pero al mismo tiempo por efecto del peso de las baterías los hace vehículos que son muy rápidos en aceleración en línea recta, pero pierden dinamismo y agilidad en curvas.
“El peso es el enemigo. Más potencia te hace más rápido en las rectas, menos peso te hace más rápido en todos los sitios”
El gran genio de las carreras “Colin Chapman” se estaría revolcando en su tumba, si pudiera ver lo que esta pasando con su marca “Lotus” donde una de sus frases más conocidas fue: “El peso es el enemigo. Más potencia te hace más rápido en las rectas, menos peso te hace más rápido en todos los sitios”. Donde los autos que están saliendo de Lotus son sin ninguna manera los mas potentes de la historia pero al mismo tiempo, son pesados y no tan agiles y divertidos de conducir, desde el Lotus Seven hasta el último deportivo de gasolina de la marca, el Emira.
En la actualidad en vez de fabricar pesos pluma tremendamente efectivos, como el Lotus Elise, han pasado a hacer coches como el Lotus Eletre, un enorme SUV completamente eléctrico de 5,10 metros de largo que pesa 2.500 kg y tiene hasta 612 CV. Otro de sus coches actuales es el Lotus Evija, un hypercar 100% eléctrico de 2.000 CV… y 1.680 kg.
En conclusión muchos de los autos eléctricas actuales no solamente son parecidos estéticamente, sino también a nivel dinámico, se conducen de manera muy similar, no es de extrañar una tendencia cada vez mas acusada del surgimiento de los restomod que son vehículos con mecánicas modernas, algunos eléctricas pero con estética de algunos autos clásicos o icónicos que hicieron historia por ser diferentes o marcar un hito en la historia del mundo motor.
INNOVACIÓN O MUERTE EMPRESARIAL.
Este panorama donde todos los vehículos son parecidos, y se conducen mas o menos igual es el caldo de cultivo ideal para que las grandes empresas del mundo motor, las tradicionales pierdan cada vez su identidad y esto acarrea un gran peligro y al mismo tiempo una oportunidad para las empresa chinas. Parafraseando al gran diseñador Frances “Raymond Loewy” que inmortalizo una frase que las fábricas occidentales deberían tener muy presente “Ante dos productos iguales el consumidor siempre elegirá el más barato” ante esta realidad de perdida de identidad de los autos de marcas tradicionales de occidente aunado a los precios cada vez mas bajos de China. Hace que el consumidor deje cada día más rápido las marcas tradicionales de occidente decantándose por las empresas nuevas, sin trayectoria, pero significativamente más baratas de China.
Las empresas en esta nueva era de los autos eléctricas deberán reinventarse, Tesla se dio cuenta e hizo cambios significativos en la concepción del vehículo eléctrico los autos de la empresa Tesla más que un vehículo para desplazarse, se podría decir que es un celular con ruedas. Muchas empresas están fracasando ya que siguen concibiendo el auto como un vehículo que cambió el motor térmico por el motor eléctrico, en la actualidad el auto esta mutando a un producto distinto el que sepa interpretar mejor ese cambio en función de las ventajas y desventajas propias de esta nueva tecnología, sobrevivirá la que no desaparecerá.